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domingo, 20 de junio de 2010

Los muñecos despedazados por el enorme insecto

Muchas dudas asaltan mi mente, la locura se hace presente a cada paso que doy, al principio, la sensación de visualizar muertos o aparecidos me impregnaba un aroma de interés, lo cuál era algo impresionante, pero el continuo asedio de estos entes me ha dejado por completo exhausto, no me dejan concentrarme, tengo miedo, nervios, me atosigan, me persiguen a donde quiera que voy, se ensañan, saben que disfruto de la compañía, de no estar solo, pero esto ha llegado al límite.

En mis constantes ataques de ansiedad, descubrí un sitio silencioso, uno que en un futuro consideraría mi hogar alterno; no era el lugar virgen, en el cuál caminé junto a perros salvajes en la marcha de la manada bajo la luna, sino más bien, un lugar prostituido, uno usado vilmente, un lugar hermoso por su espacio, pero espantoso por el uso que se le había dado, en su tiempo fue un descuidado parque de recreación para los niños. Los delincuentes locales lo habían convertido en su lugar de reunión, pero poco a poco lo abandonaron al corroerlo con su presencia, con el óxido de sus intenciones. Era un lugar abandonado, perdido, solitario y único, en síntesis, perfecto para personas que aprecian un buen lugar cuándo lo ven.

Numerosos infantes lo visitaron, escucho sus ecos en los oxidados columpios, sus risas, siento su energía impregnada en este apartado lugar, me confunde, me relaja, puedo sentir sus alegrías, sus rabietas, pero también siento la ira y la maldad de los delincuentes que con soberbia y malicia apartaron la infancia y la inocencia de una generación muy próspera.

Camino por el lugar tratando de escuchar una historia, es común ver pequeños flashes del pasado, la energía es muy intensa. Como una película cortada para hacer intermedio, puedo ver a alguien pateando un balón, es apenas una silueta, un sketch en la oscuridad. Con problemas puedo visualizar cosas, desde que acepte mi don, no dejo de maravillarme, tengo miedo, si, no me gusta, pero es porque soy humano y temo a lo que desconozco, pero gracias a otras personas que les ha pasado lo mismo, ahora entiendo mi don, un regalo bizarro, una visión diferente del mundo que nos rodea, uno de los 9 sentidos olvidados por la humanidad.

Es la naturaleza de las personas el rechazar a personas con hábitos o habilidades únicas o diferentes a los demás, no aceptan aquello que no pueden controlar, que no pueden entender, aquello que no logran explicar científicamente, aunque he sido discreto en mis actividades, tal vez es hora de hacerle saber a la gente que poseo algo, algo parecido a un tercer ojo, con el cuál veo lo que la mayoría de las personas no ven.

Un sonido confunde mis pensamientos, es el de un insecto, un animal inquieto que al parecer tiene un trabajo, uno que me resulta muy peculiar, trabajo que describo en esta ocasión.

Hace muchos años, se contaba una historia acerca de este lugar; un jornalero que llegaba de veracruz se tomo un tiempo para tomar una cerveza cerca de donde yo me ubicaba, después de un ligero saludo, no se hizo mucho del rogar y con gusto me platicó una historia perdida entre el colectivo cercano.

Después de un tiempo de haber estrenado el parque recreativo, donde los niños retozaban alegremente, apareció un grupo de muchachos foráneos, cuya maldad era de nacimiento, nacidos en el estado de Toluca, este grupito se fue apoderando de las instalaciones sin que nadie lográra evitarlo, aunque algunos padres de familia intentaron oponerse, nada lograron hacer frente a las armas que ellos poseían.
La ley del mas fuerte imperó y un espacio destinado a la niñez se convirtió en un nido de ratas, donde los vicios terminaron por destruir un santuario infantil.

Durante ese lapso, los delincuentes intentaron crear una red criminal que transpasára las barreras conocidas, una especie de delincuencia organizada única, especializada, una organización criminal perfecta.

Pero sus sueños se vieron truncados por un error que cometieron, ya que, guiados de la mano de una santera, pervirtieron su próposito y le dieron un giro impresionante a su destino.

Nunca se supo de niños desaparecidos cerca del lugar donde se ubica el parque oxidado, pero fue alarmante escuchar gritos de niños ya entrada la noche. Muchos vecinos constatan que numerosos llantos infantiles inundaban la quietud de la noche, a pesar de los llamados a la policía, solo una patrulla acudía, ya que al llegar las unidades, todo parecía estar en orden, así es como se especula que lograron su objetivo de organización efectiva. Sea lo que fuese que hacían, era aterrador, muchas teorías surgieron entre los vecinos, los chismes prosperaron, pero poco a poco se acallaron tratando de olvidar todo.

Una tarde extremadamente naranja, todo cambio, se sentía una quietud en el ambiente, una hermosa brisa correteaba por todas las colonias aledañas y el sonido de un insecto devolviendoles un respiro a los vecinos, ese día todo termino, la paz volvió a sus hogares. Desde ese día comenzó a correr la historia olvidada de la bruja y sus experimentos.

Mi emisor continuaba contandome hasta que de repente se detuvo, al parecer olvido que hablar de esta historia es una invitación a ser maldecido. Con mucho temor, me comento que no deberia seguir hablando sobre esto, sin embargo, mi interés desperto mi amabilidad y le invite una ronda más de cervezas, con tres botellas más, se olvido por completo de toda inhibición y miedo.

Un círculo compuesto por un número determinado de zapatitos de niños, se encontraba en una parte alejada del parque olvidado; ya había visto esto en mi natal ciudad Cadereyta Jiménez, en Nuevo León. Las investigaciones arrrojaban el mismo modus operandi, estabamos ante una bruja con un próposito firme, con una saña impresionante, una hechicera que conocía bien su oficio, de niño, escuche las historias y comprendí que era muy común que los niños fueran presa fácil de estos seres tan malvados, hace mucho que dejaron de ser humanos, el poder las corrompió, al igual que los nahuales, las brujas dominaron el arte de unirse con la naturaleza y lo explotaron al máximo. Este caso no era distinto, la bruja que ayudó a estos chilangos, no era una santera, los había usado para su propio beneficio y en cuánto realizó su labor, ya no necesito a estos mounstros toluqueños, su final, debió ser más espeluznante que el de los niños que raptaron, solo fueron leña a una pira ardiente.

Aunque mi ebrio compañero conocía pocos detalles, yo ya entendía estos rituales, consisten en sacrificar niños y ofrecerlos a un ser tenebroso, el temible Señor del Bosque, una figura demoníaca que representa a la naturaleza misma. Se le ofrecen ciertas partes de las víctimas y se realiza una fiesta en su honor, ya sea una orgía o un banquete, las prácticas son tan bizarras, según las investigaciones y el folklor, se le besa el ano a este ser y luego se le realiza una intensa orgía, para acto después devorar ciertas partes de los infantes, aunque el banquete suele ser variado, también se ofrecen adultos.

Los límites entre la realidad y la ficción se funden con las historias de sobrevivientes y de testigos, así como de mujeres condenadas por parte de la Santa Iglesia, los testimonios fueron catalogados y archivados y continúan fascinandonós hasta la fecha.

La única pieza que no encajaba era la de el sonido del insecto, que hacía, cuál era su labor. La voz de mi acompañante alcoholizado irrumpió brevemente susurrandome una frase: -el nos cuida-.

En otra área apartada, se hallaba una colección de muñecos, todos en estado obsoleto, de entre los muñecos, un insecto parecido a una mantis religiosa emergía, con sus tenazas sujetaba uno por uno a estos juguetes y los comenzaba a despedazar, era un trabajo muy cansado, mi amigo ebrio, me interrumpió para decirme que eso pasaba todos los días, por alguna razón, esos muñecos representan algo malo, algo que solo ese insecto ha podido hacer: destruirlos, mi compañero recuerda en una ocasión toda la colonia intentaron quemar esos muñecos y que no lo lograron, por hacerlo, una epidemia de dengue los azoto casi matandolos, desde entonces dejaron que ese insecto lo hiciera, desde que su característico sonido llegó, la gente comenzó a dormir tranquila.

Tal vez, esta hechicera cometió un error y ahora esta encerrada en ese montón de muñecos, o tal vez, es el insecto que despedaza a los muñecos como una manera de castigo y de rendención para corregir sus daños, sea lo que fuere, mi compañero ebrio no aguanto más y quedo tirado en un montón de tierra.

Me alejé del lugar llevando a mi ahora amigo a su casa, cerca del parque, mientras regresaba a ese lugar oxidado observé detenidamente al insecto, todo ese lugar es tan tranquilo, existe una paz sepulcral ahí, una vez más, no logré saber la historia completa, ni siquiera los detalles, solo lo superficial, lo que la gente vio y vivió, lo cuál me alegra, a veces, uno no debe meterse profundo en el pantano, no se sabe que puede uno encontrar.

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